
Genetic Tests May Miss BRCA Mutations in Latinas, Study Says
Según estudio reciente las pruebas genéticas no detectan las mutaciones del gen BRCA en las mujeres latinas
09/04/2015 06:00AM | 10335 viewsMany diseases are caused by both genetic and environmental factors, but for many breast and ovarian cancers, mutations in the BRCA genes drastically shift the blame to genetics. Women with these mutations face a five- to 30-fold increased risk of developing such cancers – compared to women without the mutations – and their risk of developing breast cancer can be as high as 85 percent over their lifetime.
These mutations are relatively rare in the general population, but now researchers have found a "high prevalence" of the mutations among Latinas. The report was published in the Jan. 10 issue ofJournal of Clinical Oncology.
The study analyzed data from 746 Hispanic women with a personal or family history of breast or ovarian cancer. All were enrolled in the Clinical Cancer Genetics Research Network, a collaborative group of more than 30 sites in the United States and Mexico.
Among the women, 25 percent had a BRCA gene mutation. Further, some of those mutations – "rearrangement mutations" – may not be detected by standard genetic tests.
Other findings:
- 11 percent of the women had large rearrangement mutations, which may be overlooked by basic sequencing screenings.
- 15 percent of BRCA1 carriers had mutations also seen in the Ashkenazi Jewish population and may represent a legacy of religious persecution and the Spanish Inquisition, leading Jews to emigrate to the Americas.
- 10 to 12 percent of BRCA1 carriers had a mutation called BRCA1 ex9-12del that is of ancient Mexican origin.
- Nine recurrent mutations, most of Spanish origin, are recurrent across 53 percent of cases.
Lead author Jeffrey Weitzel, M.D., director of the Division of Clinical Cancer Genetics, said that this and other studies “established unequivocally that Latinas with a family history of breast or ovarian cancer should undergo genetic cancer risk assessment.”
Weitzel also encourages at-risk Latinas to seek out a more comprehensive genetic test than is often conducted, one that screens for large rearrangement mutations. Weitzel currently sits on the National Comprehensive Cancer Network’s genetic/familial high-risk assessment panel for breast and ovarian cancers, which also supports the more sophisticated screening process for higher-risk women.
Lastly, because this study identifies recurrent mutations in the Latina population, the results can be used to develop a cost-effective genetic test that screens for these mutations in the BRCA genes.
“Screening for just a handful of the most commonly seen mutations rather than over a thousand of them makes genetic testing much more efficient and affordable,” Weitzel said. “Thus, we can make this vitally important tool available to underserved populations, regionally and globally, that may not have had access to them before; this allows more women to be aware of their risk and take appropriate preventive measures such as more frequent surveillance and prophylactic surgery.”
For more information about genetic screening for cancer, visit City of Hope’s Cancer Screening & Prevention Program page.
This study is supported by grants 1R03CA139588 and 1RC4CA153828 from the National Cancer Institute and grant RSGT-00-263-01 from the American Cancer Society
Muchas enfermedades son causadas por factores genéticos y ambientales, así mismo, en numerosos casos de cáncer de seno y ovario, las mutaciones en los genes BRCA apuntan significativamente a la genética. Las mujeres con estas mutaciones enfrentan de 5 a 30 veces más riesgo de desarrollar estos tipos de cáncer, en comparación con las mujeres sin las mutaciones, y su riesgo de desarrollar cáncer de seno puede elevarse hasta el 85 por ciento a lo largo de toda su vida.
Estas
mutaciones son relativamente raras en la población general, sin embargo, los
investigadores han encontrado una "alta prevalencia" de dichas mutaciones entre las mujeres latinas. El
informe fue publicado el 10 de enero en el Journal of Clinical Oncology.
El
estudio analizó datos de 746 mujeres hispanas con antecedentes personales o
familiares de cáncer de seno o de ovario. Todas estaban inscritas en la Red
de investigación clínica de cáncer genético, un grupo de
colaboración con más de 30 sitios en Estados Unidos y México.
Entre
las mujeres, el 25 por ciento tenían una mutación del gen BRCA. Además, algunas
de esas mutaciones, "mutaciones de reordenamiento", pueden no ser
detectadas por las pruebas genéticas estándares.
Otros resultados:
- El 11
por ciento de las mujeres tenían mutaciones de grande reordenamiento, que
pueden no ser detectadas por la prueba de detección de la secuencia
básica.
- El 15
por ciento de las portadoras del gen BRCA1 tenían mutaciones que también
se observaron en la población judía asquenazí, tal vez ligado a la
persecución religiosa y la Inquisición Española, que originó la migración
de los judíos al continente americano.
- El 10 a
12 por ciento de las portadoras del gen BRCA1 tenían una mutación conocida
como BRCA1 ex9-12 de origen mexicano antiguo.
- Nueve
mutaciones, la mayoría de origen español, son recurrentes en 53 por ciento
de los casos.
Jeffrey
Weitzel, M.D., director de la División de Genética Clínica de Cáncer, dijo que
éste y otros estudios "establecieron inequívocamente que las mujeres latinas
con antecedentes familiares de cáncer de seno o de ovario deberían someterse a
la evaluación de riesgo genético de cáncer".
Weitzel
también recomienda que las mujeres latinas en riesgo deberían buscar una prueba
genética más amplia que la prueba comúnmente realizada, una que detecte las
mutaciones de gran reordenamiento. Actualmente Weitzel se encuentra en el panel
de evaluación de alto riesgo genético/familiar para cáncer de seno y de ovario,
de la National Comprehensive Cancer Network, que también apoya el proceso de
selección más sofisticado para las mujeres de alto riesgo.
Por
último, dado que este estudio identifica las mutaciones recurrentes en la
población latina, los resultados pueden utilizarse para desarrollar una prueba
genética económica que detecte estas mutaciones en los genes BRCA.
"La
detección específica sólo de las mutaciones más comunes, en lugar de la
diversificación de las más de mil mutaciones, hace que las pruebas genéticas
sean mucho más eficaces y económicas", dijo Weitzel. "Por lo tanto,
podemos hacer que esta herramienta vital esté ahora disponible para las poblaciones marginadas, a nivel local y global;
lo que permitiría que más mujeres se concientizaran de sus riesgos y tomaran
medidas preventivas tales como la vigilancia frecuente y la cirugía
profiláctica".
Para
mayor información acerca de la investigación genética para el cáncer, visite la
página de City of Hope Cancer Screening & Prevention Program.
Este estudio fue apoyado por las becas 1R03CA139588 y
1RC4CA153828 del Instituto Nacional de Cáncer y la beca RSGT-00-263-01 de la
Sociedad Americana de Cáncer.
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